Inteligente comedia francesa sobre el amor y el desamor, con un reparto de lujo. Siempre he creído que aunque no nos llega ni mucho menos todo lo que se estrena en nuestro país vecino, el flujo de estrenos franceses en España es lo suficientemente constante como para que el aficionado al cine no pierda el hilo de por dónde se mueve la filmografía gala. Al menos en las grandes ciudades. Este flujo de películas se ha visto incrementado en los últimos tiempos por el enorme éxito de Intocable, que de momento sigue siendo la película más taquillera del año en nuestro país (ni siquiera Los Vengadores han podido discutirle ese trono), un éxito que, si bien nadie intenta emular, sí que se pretende sea lazo para que el público más adulto y cinéfilo vaya a las salas a seguir viendo cine.
El Arte de Amar es perfecta muestra de ello, porque entre su florido reparto, plagado de estrellas y rostros populares del cine galo, aparece ni más ni menos que François Cluzet, protagonista de Intocable y un rostro muy popular ya para la gente en nuestro país. Podría decirse que entre la comunidad cinéfila el hombre tiene tirón. Pero viene muy bien acompañado de nombres como Gaspard Ulliel, Julie Depardieu, Ariana Ascaride, Michaël Cohen o Frédérique Bel. Y todo para contarnos una historia sencilla en principio, breve y bastante inteligente.
Historia o, mejor dicho, historias, la de varias parejas que, en diferentes estados de su vida y de sus relaciones, aprenden o descubren lo que es amar y ser amado, perder y ser perdido. Si lo prefieren, la versión francesa de Historias de San Valentín, pero con bastante mejor guión. Un guión que es la clave para que la película funcione. Un guión inteligente, divertido, lleno de diálogos ingeniosos y personajes interesantes. Los actores ayudan mucho a dar vida a esos personajes porque, la verdad, con el metraje de menos de hora y media que tienen (sin créditos apenas llega a la hora y veinte) la película a veces esboza en muy poco tiempo a tanto personaje. El resto cae sobre los hombros de su reparto. Un reparto al que también se suma el director y guionista de la película, un desconocido por estas tierras, Emmanuel Mouret. Quizá el eslabón más débil del reparto. Pero sabe cómo divertir con el guión, eso sin duda. Hay momentos en los que, no sé por qué, las frases lanzadas como dardos me recordaban a los guiones de Aaron Sorkin.
Parejas y sus problemas románticos y sexuales, divertidas parejas en una película de pequeños episodios que se van sucediendo y que entretiene y divierte, aunque no tenga demasiada profundidad (no le da tiempo). Su mayor pero es que llega un punto en el que no sabe decidirse, no sabe si es cine romántico, si va a ser un drama o si es una comedia. Esa indecisión la hace titubear en su ritmo hacia el final. Pero queda el sabor de boca de una buena comedia romántica en torno a este grupo de parejas parisinas.
Jesús Usero.
