Getting your Trinity Audio player ready...
|
Entrevista Carlota Pereda que nos habla de Cerdita
Dar el salto del cortometraje al largometraje no es sencillo, menos aun cuando transportas tu propia historia del cortometraje. Pero Carlota Pereda lo ha hecho con brillantez, con una historia que cabalga los géneros para contarnos algo muy humano, muy real, en torno a un personaje maravilloso interpretado por Laura Galán, lo que le ha valido el Goya a actriz revelación. Divertida y humilde, Pereda encuentra un hueco en la preparación de su segundo largometraje, también cercano al género, para hablarnos de Cerdita, de lo que esconde la película y de sus claves. Una de las películas que debemos destacar del pasado año, sin lugar a dudas.
La película viene de ese cortometraje de 2018, ¿en qué momento decides que esa historia merece ser explorada más allá y convertida en largometraje?
Bueno, yo en un principio no tenía intención de hacer un largo, pero fue cuando estaba haciendo el corto, y después de ensayar, y de estar rodando, y de conocer a Laura, y de estar trabajando, me di cuenta de que la historia de Sara merecía ser explorada, que me había enamorado de ese personaje. Me parecía que tenía mucho que decir y que no le había dejado decir nada. Además, el conflicto final me daba la posibilidad de hacer algo que fuese muy interesante. Hacer un thriller moral sobre una persona que decide no hacer algo, cuando la mayor parte de los thrillers son sobre todo lo contrario, son sobre una acción. Me parecía que podía hacer un thriller intimista y al mismo tiempo una historia de terror intimista, donde lo que realmente diera miedo fuera la gente y no el asesino.
Que es lo que sucede con las grandes historias de terror, el miedo lo damos nosotros. El miedo lo damos las personas.
A mí desde luego es lo que me sucede. Lo que la gente puede hacer contra otra gente.
No sé si en algún momento surgió el miedo, como le pasa a algunos cortos, de que la historia no diese para un largometraje, para completar noventa minutos. ¿Había ese miedo una presión añadida?
Yo creo que en este caso no tenía ese miedo porque en la mayor parte de esos casos son cortos que son autoconclusivos, que tienen una idea muy brillante, pero aquí justo lo que sucede al final es que planteamos justo el conflicto. Lo que plantea el final del cortometraje es el conflicto que se arrastra toda la película, no al contrario. Los cortometrajes a veces te plantean una idea y al expandirse esa idea en el largo, puede agotarse. Pero aquí es que justo el corto lo que te planteaba al final era un conflicto muy potente. Ese no era mi miedo. Mi miedo era que, pero que tampoco era un miedo real porque a mí lo que me interesaba era ser honesta con el personaje principal, es que la gente que se había sentido muy satisfecha con el final del cortometraje, fuera a estar decepcionada con el largo. Pero bueno, el personaje es otro. Para mí es otra persona la que sale en Cerdita cortometraje que la que sale en Cerdita la película. Son dos chicas distintas en cierto sentido. No me preocupaba, pero sabía que eso era una posibilidad.
Porque, sin revelar demasiado para quien no haya visto aún la película, el final nos demuestra que esta Sara es otra, no es la misma del cortometraje como dices.
Sí, porque al final la Sara que sale en el corto es una entelequia casi, ¿sabes? Es abstracta como son abstractas las chicas que le hacen bullying, que son tres chicas casi iguales, que van vestidas casi igual, con el mismo tipo de pelo… como las tres brujas de Macbeth. Y luego igual con el asesino, el asesino va vestido de negro, para que no te hagas preguntas de si va mojado, de si tiene sangre… En cambio, en la película es al contrario, lo que quieres es crear un ser humano real que la gente pueda decir “Yo conozco una persona así” o “Yo he sido así”.
Un ser humano que aquí es Laura Galán. En una interpretación tan potente como esta, no sé dónde termina el trabajo de guión y empieza el de dirección, y dónde entra lo que entrega la actriz.
Bueno, nosotras hemos hecho esta película de la mano, Laura y yo. Lo que hemos hecho es hablar mucho. Es verdad que si tú lees el guión, que lo puedes leer tanto aquí en España como en la Academia de Hollywood que nos lo pidieron para la biblioteca de guiones que tienen allí, en el guión está la psique del personaje. En las acotaciones me encargué de que, como apenas habla el personaje, estuviese explicado, para que pudiéramos ver esa evolución claramente, para el que fuera a trabajar en ella o para el que fuera a invertir en el proyecto, básicamente (risas). El personaje de Laura lo hemos hecho ella y yo de la mano hablando mucho, y sobre todo hablando. Para mí las secuencias siempre tienen todas tres puntos de giro y en cierto sentido esos puntos de giro son umbrales que cruza el personaje. Una vez que lo cruza, no vuelve a ser el mismo. En ese sentido el camino de Sara estaba ya desde guión, pero siempre hablando mucho con Laura para saber qué dejábamos ver. Pero sí teníamos muy claro que el personaje es un personaje que se contiene hasta que estalla.
Da la sensación, al menos desde fuera, que contar con un personaje central que apenas habla, que todo lo hace con gestos, muchas veces apartando la mirada… tiene que ser un reto para contar una historia.
Sí, lo bueno es que ya había escrito el guión. Bueno, que ya había dirigido el corto antes de escribir el guión. Y sabía que Laura Galán iba a ser capaz de hacer cualquier cosa que yo le pidiera (risas). Entonces sabía que, aunque yo no le diera palabras, ella lo iba a saber expresar. Yo tenía la confianza absoluta en una actriz maravillosa a la que no le hacen falta palabras.
Que es casi como tener la mitad de la película en este caso, ¿no?
Sí, sí… A mí me daba muchísima tranquilidad tener a Laura. Muchísima tranquilidad (risas).
¿Hasta qué punto este género permite analizar una situación o incluso hacer un tipo de denuncia que de otro modo no llegaría al público?
Para mí es verdad que la peli son muchas cosas. Tantas que a veces nos costaba defenderla porque es comedia, pero es thriller, pero es terror… y thiller rural a la vez (risas). Para mí el cine de género además de que me permite explorar los temas y llevarlos hasta más lejos, formalmente y temáticamente. Pero al mismo tiempo es eso que dices, es verdad que el cine social quizá pueda profundizar en ciertas cosas, pero el público es un público ya convencido. Sin embargo, aquí puedes encontrarte con público de género que, de repente, se encuentra con palomitas envenenadas. Y le hace reflexionar de otra manera.
Jesús Usero
noreadigital.es expertos en videomarketing
Copyright 2022 AccionCine. Se permite el uso del contenido editorial del artículo siempre y cuando se haga referencia a su fuente, además de contener el siguiente enlace: www.accioncine.es