Entrevista Niccolò Ammaniti director de El Milagro la serie de SKY.
Niccolò Ammaniti es un reputado novelista y guionista italiano, que ha debutado en la televisión y en la dirección con El Milagro, la serie que SKY nos trae en exclusiva y que es un relato muy particular sobre un grupo de personas dispares enfrentadas a un hecho insólito. Ammaniti es conocido, por ejemplo, por la novela No tengas miedo y su adaptación al cine, que él mismo guionizó, y ha pasado por nuestro país para hablarnos de El Milagro y desgranar con Acción, en exclusiva, lo que nos ofrece esta fantástica serie.
La primera pregunta es obligada, ¿de dónde viene la idea de hacer esta serie?
La idea surgió a partir de querer confrontar a la gente con algo inexplicable que les hiciera pensar sobre lo que son, sobre lo que han sido, sobre lo que han hecho y por qué. En Italia hay muchas vírgenes que lloran, es algo muy típico, y yo me imaginé una virgen que realmente llorase, en gran cantidad, y no como estas que se conocen que sólo tienen un par de gotas debajo de los párpados. En principio pensé en una virgen cuyo llanto de sangre no pudiese ser contenido, que estuviese en la piscina y la llenase de sangre, luego que llenase Roma de sangre, que llegase al mar y lo llenase de sangre y, por último que cubriese el mundo entero de sangre y que se convirtiera en una bola roja de sangre. Pero era una historia muy exagerada y lo reduje todo a una piscina pequeña.
He podido ver los primeros episodios y en ningún momento se duda, está claro que hay algo milagroso con esta virgen.
Es cierto, es así.
Pero da la sensación de que hoy en día no estamos preparados para aceptar un milagro.
No, no estamos preparados para aceptarlo, pero no creo que la humanidad haya estado nunca preparada para aceptarlo. Sería interesante volver a los tiempos de Jesús para ver cómo reaccionaba la gente a los milagros de Jesucristo, y estoy seguro de que el único milagro que hizo de verdad, fue el de resucitar.
Es una historia coral, con diversos personajes afectados por la presencia de la virgen. ¿Por qué decidió hacerla así?
Lo que me interesaba era las distintas reacciones que un grupo de personas puede tener frente a un mismo hecho, un milagro en este caso. Y las reacciones que tienen los personajes son muy distintas entre sí.
Ha sido también el director de la serie, ¿cómo ha sido esa experiencia?
Muy trabajosa, muy cansada. Hay que dedicarle mucho tiempo y esfuerzo. Sobre todo hay que tener mucha paciencia. Requiere de mucho esfuerzo y paciencia porque hay que explicar a todo el mundo, actores, equipo… qué es lo que tú quieres, qué es lo que buscas. Y hasta este momento yo no había tenido ninguna experiencia en explicar lo que yo quería. Cuando escribo una novela, basta con plasmarlo en el papel y ya está. Pero ese esfuerzo de tener que explicar todo y que lo entiendan ha sido muy grande.
Antes en la rueda de prensa, ha comentado que no hay quizá espacio para una secuela, pero sí para una historia previa. ¿Es algo en lo que piensa o trabaja?
Sí, lo he pensado, pero el problema es que no tengo el tiempo necesario. Tengo muchas cosas pendientes ahora mismo, y para hacer una precuela tendría que ponerme a hacerla ya, con todas esas cosas que están ya en marcha. Y si pasa demasiado tiempo entre una historia y la precuela, posiblemente ya se nos haya pasado el arroz, y posiblemente no tendría ni la misma gente involucrada ni el mismo espíritu, ni generaría el mismo interés. En las series lo que funciona es que mientras se emite una estás ya escribiendo la siguiente.
¿Y quizá buscar la colaboración de otros guionistas, como hacen otras producciones?
Podrían colaborar conmigo, sí, pero no pueden trabajar sin mí, y como yo estoy haciendo otra cosa, no puedo trabajar con ellos.
Es un conocido novelista cuyas obras se han llevado al cine, incluso usted ha escrito esos guiones. ¿Qué diferencia encuentra a la hora de enfrentarse al papel en blanco?
No es lo mismo escribir una novela y un guión. Cuando escribo una novela sí que estoy completamente solo frente al papel, mientras que cuando escribes un guión no estás solo, muchas veces colaboras con el director o con otros guionistas. Te levantas por la mañana, tienes una reunión, luego llega la comida donde también estáis juntos, y luego la siesta, para seguir trabajando después… hay mucho contacto humano que no se tiene cuando se escribe una novela. Lo primero que yo les exijo a los guionistas que trabajan conmigo es que, después de comer, hay que echarse una siesta (risas).
Es una gran idea. Aquí en España funciona muy bien también.
¿Tú escribirías un guión conmigo sabiendo que es obligatoria la siesta después de comer?
La siesta intento echármela todos los días… lo del guión iba a ser más complicado, no tengo el talento necesario.
Lo estás entendiendo al revés, primero viene la siesta, luego ya viene el guión. Pero la siesta es lo imprescindible.
Hay un personaje que me tiene fascinado, que es el de Marcello, el sacerdote. ¿De dónde surge un personaje así?
El personaje surge porque pensé que cuando la Virgen fuese presentada al primer ministro necesitaba un intermediario con la religión, con la Iglesia, y que debía ser la persona más equivocada del mundo. Y precisamente el presidente, que puede elegir entre todos los miembros del clero, teólogos, estudiosos… le elige porque confía en él y cree que va a ser el más inteligente y preparado para la labor. Y al final resulta que no, que es el más inepto, el más vulgar y el menos preparado para hacer una labor como esa.
La serie refleja perfectamente muchas de las cosas que estamos viviendo hoy en día, no sólo en Italia, también en el resto del mundo, a nivel político y social. ¿Tenía previsto ese análisis o en parte se adelantó a lo que estaba por venir?
Es cierto, sí. Cuando comencé a trabajar la serie, en Italia estaba a punto de votarse una ley para la eutanasia, y yo pensé cuál sería el peor momento posible para que el Primer Ministro se enfrentase a un hecho como éste. Luego me di cuenta de que la eutanasia tenía mucho que ver con la religión cristiana y que tenía mucho que ver con la elección entre la vida y la muerte. Parecía como si la Virgen hubiese aparecido para evitar una ley que tiene mucho que ver con el sentido ético y religioso de la gente. Sin embargo la Virgen es como un meteorito que llega a la vida de los hombres en un momento equis. Y lo mejor es que lo hiciese en un momento delicado en el que se plantea la salida de Italia de la Unión Europea pero no hay un vínculo directo entre ambos hechos.
Pero incluso así, parece que ha adivinado lo que iba a llegar…
Sí, pero no era difícil imaginar que algo así iba a pasar. (risas).
Jesus Usero
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