Beda Docampo Feijรณo compone un retrato muy respetuoso del sucesor de Benedicto XVI. Sin embargo, el ejercicio adolece de interpretaciones rompedoras, no sujetas a la historia oficial.
Acercarse cinematogrรกficamente a una persona tan icรณnica como Jorge Mario Bergoglio es sin duda una aventura complicada, debido sobre todo a las posibles repercusiones mediรกticas que conlleva. Mรกxima que no solo tiene que ver con el antiguo arzobispo de Buenos Aires, sino que ha imperado en todas las producciones destinadas a recrear la vida de los portadores de las sandalias del pescador.
Mucho mรกs pendiente de no molestar a las altas autoridades vaticanas que de elaborar un largometraje con aroma a fotograma encendido, Francisco se eleva como una pelรญcula de esforzada puesta en escena, siempre sujeta a las condiciones cronรญsticas que el guion efectรบa a travรฉs de la periodista Ana (Silvia Abascal).
Lo que el personaje de la informadora espaรฑola refleja es la vida de un hombre marcado desde su niรฑez por una fe cercana al pueblo, nunca colgada de las perchas acomodaticias de la curia. Asรญ lo deja claro en el arranque de la cinta, identificado con el cรณnclave del 2 de abril de 2005, cuando Ratzinger fue escogido para ocupar el puesto del fallecido Juan Pablo II.
A partir de ese primer encuentro entre Ana y el entonces mรกximo representante de la Iglesia de Argentina, el cineasta traza un tapiz de colores amables, en el que cuenta cรณmo Jorge Mario Bergoglio ha llegado a ser uno de los nombres mรกs destacados en la nueva era del Cristianismo. Esos incipientes apuntes dejan un sabor de boca realmente esperanzador, y revelan la intenciรณn de Feijรณo por esculpir el personaje del Sumo Pontรญfice con experiencias fuera del dominio general. Sin embargo, todo afรกn por sorprender se esfuma demasiado rรกpido.
El creador norteรฑo encierra la narraciรณn en un laboratorio de declaraciones de manual, que parecen sacadas de los periรณdicos y las televisiones. De esta manera, el filme planea por medio de consignas cerradas y ausentes de cualquier doble sentido, sobre temas tan candentes como el del papel de Bergoglio durante la dictadura militar, sus opiniones sobre el aborto y las relaciones de los sacerdotes con mujeres, o sus acciones para denunciar la corrupciรณn en el gobierno de Kirchner. Estampas que dan origen a una especie de sucesiรณn de secuencias bien trabajadas, aunque deficitarias en riesgo dramรกtico.
No obstante, si Francisco adquiere una singularidad propia, es por el excelente rendimiento del cuadro artรญstico, en el que sobresalen los casi siempre eficientes Darรญo Grandinetti (su caracterizaciรณn de Bergoglio es mรกs que notable) y Silvia Abascal.
Al final, la crรณnica de Feijรณo finaliza con la elecciรณn del protagonista como mรกxima cabeza visible de Roma, hecho acaecido el 13 de marzo de 2013. Un periplo que el compatriota de Cervantes ilustra con escenas que no molestan a nadie, pero que bien podrรญan haberse sacudido el miedo, para esbozar alguna confusiรณn emocional en el sucesor de Benedicto XVI.
Sin duda, puestos a escoger tรญtulos sobre el Papado, Las sandalias del pescador sigue liderando el ranking. Quizรก porque el Sumo Pontรญfice de esa movie, al que puso fรญsico Anthony Quinn, era inventadoโฆ
Jesรบs Martรญn
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