Nos acercamos al estreno de La Mula con ese respeto a la vez que desconfianza que suscitan las pelรญculas que se han parido, en el apartado de la producciรณn, en mitad de tempestades controvertidas, farulleras y de problemรกticas dignas de cualquier culebrรณn, un caldo explosivo en lo promocional y que poco o nada ha afectado, afortunadamente al resultado que consigue la cinta.
Si obviamos toda esa polรฉmica, algo pachanguera, que ha estado persiguiendo a este tรญtulo y nos centramos en lo que importa, bien nos irรก para descubrir una pelรญcula digna heredera del esperpento del mejor cine berlanguiano porque lo cierto es que sin perder la perspectiva de las cosas, los temas, las situaciones y los personajes no hacen mรกs que recordarnos al maestro, como si su director a la hora de adaptar a la pantalla grande la insรณlita historia que sobre su padre escribiera Juan Eslava Galรกn, hubiera querido, y desde luego conseguรญdo, hacerle su particular homenaje a uno de los hombres grandes del cine espaรฑol.
Basada en un episodio real, La Mula nos sumerge en la conmovedora historia de un cabo metido a soldado acemilero en plena guerra civil espaรฑola y del bando de los nacionales, porque es lo que le tocรณ en suerte.
Sin una ideologรญa polรญtica definida ni firme, porque a รฉl eso no le interesa, y sin la menor ambiciรณn por ganar una guerra que no es la suya, que simplemente como a un peรณn mรกs del tablero de ajedrez se le ocurriรณ al destino, a su capricho, ponerle en el centro de un campo de batalla, al cabo Juan Castro lo รบnico que le importa es La Valentinรญlla, una mula que se encuentra un buen dรญa y de la que ya no se separarรก.
El animal y una muchacha del pueblo se convertirรกn en el รบnico sueรฑo real y de interรฉs que tenga este muchacho a, de cara a cuando termine la guerra, poderse construir su futuro de cuento de hadas. Mantener a la mula con vida y con รฉl y conseguir el amor de la muchacha puede llegar a ser una empresa tan sencilla o tan complicada como lo permita una guerra.
Ponerle graciejo o toda la gravedad que requiera el asunto es algo que esta pelรญcula consigue de manera equilibrada y certera.
Uno no se puede mantener insensible sin que le conmueva la historia de esos dos amigos, casi hermanos de leche, que aunque la vida les lleve a estar en bandos opuestos, eso no quita para que cada vez que se encuentran lo celebren con los abrazos y las chanzas de los que se reconocen que siempre serรกn compadres (ยกOjo a ese ยซHostia, Benitoยป que lo dice TODO!).
Una parรกbola premonitoria adelantarรก como un presagio el destino de ambos en una de las escenas mรกs conmovedoras que guarda la cinta.
ยกCรณmo mantenerse impasible ante la ternura, la inteligencia de calle y aldea y nobleza de sangre de ese personaje sencillo, ese muchacho zarandeado por las circunstancias, que habla con mirada intensa y hambrienta; que habilidoso se guรญa por el oido y que cuando ante un ataque del enemigo รฉl sรณlo piensa en cรณmo estarรก su mula mientras corre a protegerla porque para รฉl ese animal es su vida!.
Uno vive la pelรญcula con el suspense y la emociรณn del que espera de que no les pase nada ni al chico ni al animal
ยฟY porquรฉ no creer que como en cualquier buena historia de Berlanga, uno es fruto de lo que le dicta su personaje y รฉste de lo que le dicten las circunstancias del momento y de la manera mรกs surrealista, verte ensalzado, sin comerlo ni beberlo, a la categorรญa de hรฉroe nacional por obra, milagro y ambiciรณn de gente que pasaba por allรญ?
Pero sin duda, independientemente de la historia que se nos cuente y el cรณmo, uno de los mayores aciertos y placeres radica en su casting.
Las mirada del actor Mario Casas que como en un poema de Nizar Kabbani habla todos los lenguajes, llevando bajo el abrigo, toda la historia y todo el alfabeto.
El es el retrato mismo de la ternura, de la nobleza que guarda los pies hundidos en la tierra, del hombre que vive de los valores primeros del padre y de la madre (los que conforman un carรกcter), del hombre sencillo que se conforma con lo que importa: familia, casa y vivir sencillamente.
Mario Casas consigue dibujar un personaje que nos conmueve y emociona hasta el tuรฉtano.
Marรญa Valverde le sigue el juego actoral a la perfecciรณn. La quรญmica es obvia y las miradas se entienden sin necesidad de hablarse. Se enfunda como un guante y con soltura y tambiรฉn algo caricaturesca en la piel de la muchacha caprichosa, melosa y dulzona que igual que Castro, lo รบnico que busca es una manera de sobrevivir a la guerra.
El actor Jesรบs Carroza otorga con facilidad aplastante toda la credibilidad y fuerza que requiere el amigo que sรณlo entiende de un principio en su vocabulario: la lealtad.
Secun de la Rosa borda el personaje de El Chato, amigo incondicional de Castro, que aporta toda la gracia e inventiva al relato (el episodio en el que como fiel escudero de armas habla a la susodicha damisela en favor de su amo y seรฑor para conseguirle al hermoso mozo la atenciรณn y favores de la fรฉmina y todo ello haciendo gala de todo un repertorio de razones, parabienes y lindezas del enamorado al mรกs puro estilo Cyrano de Bergerac es una escena que no tiene precio).
Oscar Navarro se encarga de una partitura sensible y efectista, hecha a medida para esta historia pequeรฑa, particular y curiosa que habla de temas sencillos e importantes como la lealtad, la amistad, las miserias inรบtiles y gratuitas que traen todas las guerras y que tiene el objetivo ambicioso de ser una propuesta que emociona, que conmueve y que tiene momentos francamente divertidos.
La pelรญcula tiene poesรญa, estรก inspirada, lleva ritmo en las venas. No se conforma con resolver y nada mรกs. Tiene buenas lรญneas sobre las que aposentarse, de tinta ligera pero efectiva, de corazรณn que parece que gravita leve pero sรณlo en apariencia porque la historia transmite fuerza y el latido nunca bajea su baรฑo de sangre. La marea va subiendo centรญmetros a medida que el metraje progresa.
Y el resultado funciona.
Ya estรกbamos deseando que se estrenara para poder disfrutarla.
Ahora le toca al pรบblico decidir si la espera ha merecido la pena.
ยกOjalรก asรญ sea!
Marta Simรณn
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