Crítica de la película La sombra de la ley
Cine de género muy nuestro, con un acabado visual insuperable. Si alguien me preguntase cuánto ha costado La Sombra de la Ley, posiblemente le dijese que parece una producción de Hollywood de más de 50 millones de dólares, en cuanto a diseño de producción, escenas de acción, efectos visuales… Eso sin mencionar a su reparto. Conocer de boca de su director el coste real de la película es quedarse pasmado con lo que han conseguido, con la forma de exprimir hasta el último céntimo para hacer de esta nueva película de Dani de la Torre, una superproducción en toda regla, una de esas películas que uno espera que tenga un enorme éxito, para que sigan haciendo más. No será fácil, pero es un primer paso.
Un policía llega a Barcelona tras el asalto a un tren que iba cargado de armas del ejército que se supone han acabado en manos de los anarquistas. Su trabajo es cooperar con la brigada local para encontrar las armas antes de que una revuelta armada estalle en la ciudad. Pero es 1921 y con armas o sin armas, entre huelgas, luchas por los derechos, crímenes y corrupción, la ciudad está a punto de estallar igualmente. Del trabajo de unos pocos depende el resultado de un futuro incierto para todos los implicados. Luis Tosar interpreta al policía que viaja a Barcelona, y a su lado nombres como Michelle Jenner, Manolo Solo, Paco Tous, Jaime Lorente, Ernesto Alterio, Fernando Cayo, Vicente Romero, William Miller o Adriana Torrebejano, dando forma al fantástico reparto.
No es una película perfecta, y es cierto que al guión le hacen falta un par de vueltas para quedar completamente redondo, pero el esfuerzo visual es tal que el resto se olvida y se perdona. Las escenas de acción están perfectamente orquestadas, con ese tono a lo Peaky Blinders que tiene toda la película, pero con un aire mediterráneo. Desde varias peleas y sus maravillosos planos secuencias, donde la violencia se expone de forma brutal, a los tiroteos o alguna persecución en coche que nos deja con la boca abierta. La película maneja la acción espectacularmente, y la mezcla con una sublime fotografía, haciendo que el entretenimiento, pese a los defectos antes mencionados, esté garantizado durante sus poco más de dos horas de duración.
El planteamiento de la película además contiene elementos que podemos trasladar, sin problemas, al presente que nos ocupa. Y además la película confirma a su director como uno de los más fascinantes talentos detrás de las cámaras que tenemos en nuestro país. Desde la presentación de la ciudad, a la lucha en las calles, o ciertos momentos chocantes (ese interrogado…). Los actores suplen las carencias del guión con su talento, y al final de la historia uno sabe que es un universo al que le gustaría volver. Con homenajes a Scorsese, Coppola o De Palma, pero con muchísima personalidad propia. Una película que merece la pena ser disfrutada en cine. Un disfrute para los sentidos de vuelta a los violentos años 20.
Jesús Usero
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