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Otro verano. Diario de rodaje. La odisea de rodar un largometraje en EspaƱa.

PRIMERA SEMANA (8-14 AGOSTO 2011)

Hay dos clases de directores de cine: los que encuentran tiempo a diario durante el rodaje para actualizar un blog, y los que no. Yo, claramente, soy de los segundos.

Hemos completado la primera semana de rodaje de Otro verano. Eso significa que tenemos el 25% de la pelĆ­cula enlatada, o mejor dicho, en el disco duro. Respecto a esto, he apreciado una pequeƱa ironĆ­a: cuando se rueda en celuloide, la producciĆ³n siempre estĆ” preocupada por el consumo de negativo. En alta definiciĆ³n no existe ese problema pero, por las caracterĆ­sticas de nuestra microproducciĆ³n, hay que estar vigilantes con el espacio de almacenaje de datos. Todo cambia para seguir igualā€¦

El espacio fĆ­sico ha sido, tambiĆ©n, otra de las preocupaciones de esta semana. Hemos invadido la localizaciĆ³n buscando huecos en la casa para maquillaje, vestuario, cĆ”mara, iluminaciĆ³n, decoraciĆ³n, sonido, producciĆ³n e incluso montaje. Milagrosamente, los hemos encontrado. El catering se sirve en la parte sin cĆ©sped del jardĆ­n, a la sombra de los Ć”rboles; el desayuno y el bocadillo lo tomamos en la misma cocina de la casa. El agua y las bebidas los cogemos directamente de la nevera de esta.

Esta semana han debutado los tres actores principales, Pablo Chiapella, VerĆ³nica Perona y Ɓngela Villar. De los tres, Chape es el Ćŗnico que viene todos los dĆ­as, disfrutando visiblemente con su cambio de registro (y aspecto fĆ­sico) con respecto a La que se avecina. Hemos tenido tambiĆ©n la visita de Enrique Urbizu para interpretar el papel de un inquietante jardinero. Este era el debut de Enrique en la interpretaciĆ³n, que ha bordado; y sabiendo de su timidez, le agradezco doblemente que aceptara.

Problemas que hemos sufrido esta semana: Agus, jefe de producciĆ³n, no pudo venir el primer dĆ­a por un esguince de tobillo, lo que obligĆ³ a Carlos, ayudante de direcciĆ³n, a ser ubicuo en el rodaje, lo que casi acaba con Ć©l; el cuadro de luces de la casa, poco preparado para la potencia de nuestros focos, saltĆ³ a menudo durante los primeros dĆ­as; Chape sufriĆ³ una amigdalitis aguda que nos empujĆ³ a cambiar a Ćŗltima hora las secuencias del viernes por otras con menos diĆ”logo, hasta que los antibiĆ³ticos hicieran efecto en su garganta; y cĆ³mo no, el clĆ”sico de la historia del audiovisual: el sol se mueve y, tarde o temprano, acaba por ponerse.

Atribuimos los ruidosos helicĆ³pteros que cruzan el espacio aĆ©reo e interrumpen nuestras tomas a la prĆ³xima visita del Papa. En realidad, culpamos al Papa de todo lo malo que nos pasa.

En cuanto a mĆ­, estoy durmiendo bien en general, ayudado por las pastillas Dormax, que huelen fatal y en realidad no sirven para nada, pero tienen un efecto placebo en mi cerebro. Como he dicho, vivo en la casa de la pelĆ­cula y duermo en la cama del protagonista. Es un momento extraƱo el final de cada dĆ­a, cuando todo el equipo se marcha y me quedo solo aquĆ­, al anochecer. Resulta una forma estupenda de entender lo que siente el prota y de encontrar imĆ”genes que incorporar a nuestra pelĆ­cula, pero a la vez puede resultar algo enloquecedor: Ā”llevo una semana sin salir de esta casa! Anoche volvĆ­ a enchufar la televisiĆ³n (que los chicos de arte habĆ­an retirado del salĆ³n por exigencias del guiĆ³n) porque mi cerebro necesitaba un poco de papilla audiovisual para desconectar de Otro verano.

Como productor ejecutivo de una pelĆ­cula tan bizarramente minĆŗscula, sufro por cĆ³mo repercuten nuestras carencias en el dĆ­a a dĆ­a del equipo. Pero todos lo han tomado con humor y hacen el mejor trabajo posible con estos medios, lo que les agradezco de corazĆ³n. Como director, tengo poco margen de error: nunca nos sobra tiempo para hacer un plano que no sepa a ciencia cierta que voy a montar. Sin embargo, con el formato panorĆ”mico a menudo descubro que lo que pensaba contar en tres planos se puede hacer en uno. Y ese plano suele tener un aspecto impecable gracias a la fotografĆ­a de Jorge (o al menos esa es la impresiĆ³n ĀæecuĆ”nime? de Cris, la montadora, que se incorporĆ³ al trabajo el jueves).

Este serĆ” un fin de semana corto, pues empezamos a las 00:00 h. del lunes, es decir, esta misma noche. Durante las tres prĆ³ximas jornadas rodamos de noche; el miĆ©rcoles descansamos para volver a cambiar a dĆ­a a partir del jueves. Me he prometido a mĆ­ mismo que ese miĆ©rcoles saldrĆ© unas horas de la casa para ir al pueblo cercano, a ver la peli mĆ”s idiota que pueda encontrar en los cines. Pero hoy me dedicarĆ© a pensar en las prĆ³ximas secuencias que tenemos que rodar: no quiero bajar la guardia porque la primera pelĆ­cula solo la haces una vez en la vida, y la tienes que disfrutar. Es una obviedad, sĆ­, pero conviene recordĆ”rtela a ti mismo de vez en cuando.

Otro verano. Diario de rodaje. La odisea de rodar un largometraje en EspaƱa.

SEGUNDA SEMANA (15-21 AGOSTO 2011)

Hemos llegado al ecuador del rodaje con (casi) la mitad de la pelĆ­cula completada. QuĆ© sensaciĆ³n esta, quĆ© extraƱa la percepciĆ³n del tiempo: sin papeles delante no sabrĆ­a decir cuĆ”nto llevamos aquĆ­ rodando y, sin embargo, va tan deprisa como una montaƱa rusa.

La semana ha sido dura porque el fin de semana previo no hubo tiempo para recuperarnos del cansancio de la primera, y porque las jornadas nocturnas agotan y descolocan siempre. El cambio de horarios y el calor me han hecho dormir peor estos dĆ­as, y sĆ© que no he sido el Ćŗnico. Sin embargo, en esas tres primeras noches hemos rodado planos magnĆ­ficos. Nos hemos esforzado por no soliviantar a los vecinos de las casas contiguas con nuestro ruido durante esas noches, pues sabemos que tarde o temprano tendremos que pedirles favores del tipo ā€œĀæle importarĆ­a no cortar el cĆ©sped mientras rodamos?ā€ o ā€œĀænos harĆ­a el favor de cambiar su coche de sitio?ā€, y no queremos que, llegado el caso, nos manden a tomar por culo.

En esas noches ha habido que apagar mĆ”s de una vez el riego automĆ”tico, lo que anula el ciclo completo para el resto del dĆ­a, de manera que parte del cĆ©sped ha virado ligeramente al amarillo. Nada grave, pero el raccord siempre es una preocupaciĆ³n cuando estĆ”s haciendo una pelĆ­cula. La depuradora de la piscina o la nevera tambiĆ©n se apagan a veces durante una toma por sonido y, si en la vorĆ”gine del rodaje olvidas volver a conectar alguna de ellas, las consecuencias pueden ser nefastas a medio plazo.

AdemĆ”s, ha habido problemas con el agua caliente, quizĆ” porque los cortes de luz de los primeros dĆ­as afectaron a la caldera. Por nuestros horarios, no he conseguido que viniera un tĆ©cnico a revisarla hasta el viernes, asĆ­ que me he dado duchas frĆ­as durante prĆ”cticamente toda la semana. Entre eso y el estrĆ©s, tengo la libido bien aparcada. Para colmo, todas las lavanderĆ­as de Boadilla parecen estar cerradas por vacaciones. Tengo que hacer la colada de alguna forma durante la prĆ³xima semana o corro el peligro de acabar repitiendo calzoncillos usados, lo que siempre mina un poco tu autoestima como director.

El jueves rodamos en la Ćŗnica localizaciĆ³n ajena a la casa, un supermercado. El auxiliar de producciĆ³n RaĆŗl Azofra y la script Lourdes Navarro interpretaron a un reponedor y a una cajera. SerĆ­a exagerado decir que robaron sus escenas, pero sĆ­ estuvieron a la altura de ellas y a mĆ­, personalmente, me arrancaron una sonrisa. Gracias a ambos. Volveremos al sĆŗper para rodar otra secuencia en algĆŗn momento de las dos prĆ³ximas semanas. Entre los clientes que tuvieron que esperar por nuestro rodaje se encontraba Melendi, que se ha puesto demasiado cachas: no sĆ© por quĆ© les ha dado Ćŗltimamente a todos los baladistas por el body-building, pero yo prefiero al Bustamante trofollo.

No he hablado todavĆ­a del tubelling, nuestra versiĆ³n low-cost del travelling de toda la vida. Consiste en dos tubos de PVC (de plĆ”stico, vamos) de tres metros de longitud, sobre los que se coloca un tablĆ³n de madera con pequeƱas ruedas acopladas. Su aspecto resulta cĆ³mico, pero el resultado es genial. Nuestro operador Curro TardĆ­o refunfuƱa por las limitaciones del invento, aunque al final admite que los planos que logramos con Ć©l son casi siempre estupendos. Claro que no lo harĆ­amos sin el buen pulso de Curro con la cĆ”mara, todo hay que decirlo.

La de maƱana lunes serƔ una jornada intensa, pues tenemos que rematar varias secuencias con Chape antes de que cambie su aspecto fƭsico para el resto del rodaje. Por suerte, la semana que empieza volvemos a tener un horario diurno estable, lo que siempre resulta mƔs llevadero. Y por mi parte, encuentro fascinante pensar que dentro de dos semanas habremos completado el rodaje de Otro verano.

Otro verano. Diario de rodaje. La odisea de rodar un largometraje en EspaƱa.

TERCERA SEMANA (22-28 AGOSTO 2011)

Cuando ruedas una pelĆ­cula en una localizaciĆ³n (casi) Ćŗnica, te asaltan dudas sobre cĆ³mo debes plantear una escena en un espacio que ya ha sido presentado y utilizado antes en la historia. Eso ha ocurrido esta semana: por la estructura circular del relato, hemos rodado secuencias que parecĆ­a que ya habĆ­amos rodado antes. Mi duda era si repetir milimĆ©tricamente los planos para subrayar los paralelismos o buscar el interĆ©s de cada escena y planificarla con ese enfoque. He optado por lo segundo.

El lunes fue el Ćŗltimo dĆ­a de Chape antes de afeitarse y cortarse el pelo para el resto del rodaje. La jornada se complicĆ³ mĆ”s de lo previsto y hubo que sacrificar un par de planos, ninguno de ellos, por suerte, fundamental para la historia. El cambio de aspecto fĆ­sico conlleva ademĆ”s un cambio de actitud, asĆ­ que para Chape es casi una pelĆ­cula nueva. Y en esa pelĆ­cula tiene mucho que decir el personaje de Sara, interpretado por Ɓngela Villar.

El jueves volvimos al supermercado de la semana anterior y completamos la Ćŗnica escena en la que coinciden los tres personajes principales. El viernes rodamos una partida de ping-pong de Ā”seis pĆ”ginas de guiĆ³n!, que serĆ” la pesadilla recurrente de Cristina, la montadora, de aquĆ­ a finales de aƱo. El sĆ”bado trajimos media docena de peces que no actuaron tan brillantemente como yo hubiera querido, pero cumplieron su funciĆ³n. Al acabar la jornada devoramos una barbacoa promovida por LĆ­cio, nuestro tĆ©cnico de sonido, en la que todos acabamos en la piscina, voluntariamente o no.

Con el formato panorĆ”mico, a menudo comprendo que no necesito un plano corto para resolver segĆŗn quĆ© escena: me gusta que sea el ojo del espectador el que tenga que buscar el interĆ©s del momento por la pantalla, como hago yo en el monitor. Pero existe el peligro de que se te escapen cosas en un plano: un auxiliar de cĆ”mara reflejado en un cristal, un micro que entra un instante y desaparece, un atrezzo de otra secuencia olvidado en el lugar equivocadoā€¦ El 2.35 es una apuesta que tiene sus riesgos; personalmente, creo que el resultado los vale.

De momento, la climatologĆ­a nos ha respetado (las dos tormentas gordas del verano han ocurrido en noches de domingo que no rodĆ”bamos), pero las temperaturas empiezan a descender y, para la prĆ³xima semana, la primera de septiembre, se anuncian algunos chubascos. Dado lo apretado de nuestro plan de rodaje, tenemos poco margen de error. Pero no estoy preocupado. En palabras de Mel Gibson, en el libro La mirada del director: ā€œLas presiones econĆ³micas o de tiempo te obligan a tomar decisiones frenĆ©ticas y haces cosas totalmente increĆ­bles, como rodar bajo la lluvia; y de pronto queda maravilloso. Eso lo aprendĆ­ de George Miller: rueda pase lo que paseā€. Y ademĆ”s, que conste que www.eltiempo.es no siempre acierta.

Una Ćŗltima observaciĆ³n: me paso el dĆ­a hablando, explicĆ”ndome, contestando preguntas, azuzando, gritando ā€œĀ”acciĆ³n!ā€ y ā€œĀ”corta!ā€; y el resultado es que empieza a asquearme el sonido de mi propia voz. Lo que mĆ”s disfruto del domingo es estar doce horas callado. Este trabajo es de locos.

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CUARTA SEMANA (29 AGOSTO-3 SEPTIEMBRE 2011)

Se acabĆ³. Escribo estas lĆ­neas desde mi piso de Madrid, en el cuarto donde hemos instalado la sala de ediciĆ³n, y donde Cris RossellĆ³ y yo daremos un millĆ³n de vueltas a esta pelĆ­cula durante las prĆ³ximas semanas. Pero el rodaje terminĆ³ el pasado sĆ”bado 3 de septiembre sobre las nueve de la noche.

La cuarta semana tuvo un horario peculiar, de cinco de la tarde a tres de la maƱana. Tres de esas medias noches las dedicamos a una escena climĆ”tica de la pelĆ­cula, para la que Chape y Ɓngela se emplearon a fondo. TambiĆ©n demostraron su compromiso en otra escena en la que tenĆ­an que meterse en la piscina de noche, justo en la semana en que las temperaturas empezaron a caer. Me hubiera encantado tener dos cĆ”maras para minimizar su sufrimiento, aunque ninguno de los dos se quejĆ³ por tener que volver a meterse en el agua gĆ©lida para otro plano, y les estoy muy agradecido por ello.

Tuvimos una buena raciĆ³n de cielos grises durante los Ćŗltimos dĆ­as de rodaje, lo que dificultĆ³ el raccord y me obligĆ³ a renunciar a algĆŗn plano. AĆŗn asĆ­, considero que hemos sido muy afortunados con el clima en esta pelĆ­cula. Una semana de lluvias nos hubiera jodido vivos, y eso no ha ocurrido. La Ćŗltima tarde incluso se abrieron las nubes durante unos minutos para rodar un plano en el que necesitĆ”bamos sol.

Encaro la postproducciĆ³n con el convencimiento de que tenemos un material estupendo para trabajar. Voy a lanzar un Ć³rdago, va: hemos logrado que nuestra humilde microproducciĆ³n no tenga nada que envidiar al aspecto de una producciĆ³n media espaƱola. AsĆ­ de buenos somos. La potencia visual de esta pelĆ­cula tengo que agradecĆ©rsela a Jorge CarriĆ³n, que ha hecho mucho con muy poco. Estoy deseando sentarme a su lado para verle etalonar: se nos va a caer la baba con los planos que tenemos.

SentĆ­ vĆ©rtigo a la hora de dar por bueno el Ćŗltimo plano del rodaje, un simple inserto de unos cepillos de dientes dentro de un vaso. DespuĆ©s me sobrevino una sensaciĆ³n de agotamiento fĆ­sico y de vacĆ­o que no ha desaparecido del todo cuarenta y ocho horas despuĆ©s. Enrique Urbizu me aconseja que entre en el montaje sin soluciĆ³n de continuidad, pues sabe por experiencia que no serĆ© capaz de desconectar por mucho que lo intente; pero quiero dar unos dĆ­as de margen a Cris para que termine su premontaje. Voy a tomarme unas someras vacaciones en Albacete (donde presentaremos la pelĆ­cula en rueda de prensa en el prĆ³ximo festival de cine, en octubre) antes de encarar el tramo final de Otro verano.

He acabado el rodaje de mi primera pelĆ­cula como director y la sensaciĆ³n no es muy distinta a cuando terminaba el rodaje de otra en la que hubiera trabajado como tĆ©cnico. He pensado en ello. Creo que se debe a que las pelĆ­culas son un trabajo de equipo, y la euforia de lograr algo les pertenece a todos los miembros de ese equipo. Yo siento que hay algo mĆ­o en La caja 507 aunque sĆ³lo llevara el combo, y espero que los auxiliares de producciĆ³n o de cĆ”mara sientan lo mismo con Otro verano. Espero que sientan orgullosos de lo que hemos hecho. Tenemos derecho a estarlo.

ā€œOtro veranoā€ se estrena el 6 de septiembre en Filmin, Filmotech y la sala Artistic Metropol

DespuĆ©s de su paso por festivales de gĆ©nero como Fantasporto (Oporto), FANT (Bilbao) o Nocturna (Madrid), Otro verano se estrenarĆ” el prĆ³ximo 6 de septiembre simultĆ”neamente en cine e internet.

Desde esa fecha, la cinta estarĆ” disponible para ver en streaming en las plataformas Filmin y Filmotech

Al mismo tiempo, se proyectarƔ en la sala de cine independiente Artistic Metropol, en Madrid. Confiamos en que filmotecas y cineclubes nos ayudarƔn a llegar a otras ciudades mƔs adelante.

Ā”Que eche a andar la rueda de Otro verano!

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