Otra semana mรกs y una nueva comedia romรกntica que entra en cartelera para solaz de sus seguidores. O no. Porque la verdad es que, sin ser nada del otro mundo ni ser un prodigio de originalidad en su desarrollo, la verdad es que hay un mundo de diferencia entre una comedia romรกntica al uso como, por ejemplo, El plan B, llena de clichรฉs y edulcorada hasta la nรกusea, y Salvando las Distancias, cargada de palabras malsonantes, mujeres sexualmente activas, personajes bastante descerebrados y gamberrismo de andar por casa. Un mundo, vaya.
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Repetir otra vez que la comedia romรกntica estรก herida de muerte en USA, serรญa redundar en un dato que todos conocemos. Ni las salas se llenan como antes (hay que regresar a Lรญo Embarazoso para encontrar un taquillazo como es debido en el gรฉnero, el resto son รฉxitos moderados, la que mรกs), ni nadie excepto los mรกs fieles seguidores parecen interesarse por escuchar la misma historia de amor servida una vez mรกs con la misma gracia de siempre, habitualmente, ninguna.
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Tampoco estoy diciendo que lanzarse abiertamente a una epopeya gamberra como Salvando las Distancias sea la cura de todos los males. Para empezar ha sido un fiasco en USA, lo que indica que el pรบblico tampoco estรก muy dispuesto a jugar con el asunto. Los pocos aficionados que quedan al gรฉnero quieren seguir lo mรกs fieles a รฉl que se puede. Las innovaciones no les van demasiado. Los mรกs reticentes tampoco se interesan por el producto final. No, quizรก no es la soluciรณn, pero al menos es un principio.
Porque, quitando Ni en Sueรฑos que ni siquiera se estrenรณ en nuestro paรญs, lo รบltimo que hemos visto ha sido tan blandito que asustaba. Sexo poco (no hablo de desnudos), alcohol menos, nada que pueda daรฑar a las mentes bienpensantes de occidente y ofenda sus sensibles personalidades. Eso es algo que รฉsta pelรญcula hace cada pocos minutos. Eso nos lleva a dos puntos mรกs que interesantes. Uno, la pelรญcula es mรกs creรญble, porque suceden mรกs cosas tal y como pasan en la vida real. Dos, y mรกs importante, la experiencia de ver la pelรญcula es mucho mรกs divertida.
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Es como si alguien hubiese decidido mezclar, de forma irregular e imperfecta, Algo para Recordar con Resacรณn en Las Vegas, y el resultado es una comedia previsible, algo edulcorada, reiterativa en el paso del tiempo, pero a la vez divertida, gamberra, algo salvaje y cerda. Si me permiten el comentario, casi parece una comedia romรกntica para chicos.
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Hay durante todo el metraje, en primer lugar, un sanรญsimo intento por parte de la su directora de crear un film visualmente atractivo. No, no busca ganar premios ni arrasar entre la crรญtica. Sรณlo salirse del gueto televisivo en el que este tipo de pelรญculas se encuentran (dichoso plano medio y plano/contraplano en las conversaciones), lo cuรกl tampoco es cierto, porque cualquier serie de televisiรณn del primetime estรก mejor rodada y tiene mรกs inventiva visual que el 90% de las comedias romรกnticas. Sรณlo los culebrones mantienen ese rancio estilo visualโฆ
No es el caso, ojo. Aquรญ la cรกmara se mueve continuamente siguiendo a los personajes, lo que aplica ritmo a las imรกgenes. Esas conversaciones a cรกmara partida, mostrando dos espacios diferentes, entre Nueva York y San Francisco. El intento de aprovechar las ciudades que la pelรญcula habita (sobre todo Nueva York), para darle una sensaciรณn de realismo al invento. No, no son prodigios ni estamos ante una maravilla del sรฉptimo arte. Pero cualquier espectador, aunque sea de forma inconsciente, se darรก cuenta de este sano ejercicio que, en este caso sรญ, todas las pelรญculas del gรฉnero deberรญan imitar.
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Luego nos encontramos con el guiรณn. Sabes cรณmo va a acabar la pelรญcula. Sabes quรฉ va a pasar a continuaciรณn. Lo ves venir a leguas. Una historia de amor en la distancia, a travรฉs de dos personajes atrapados por su trabajo y sus estudios que hacen lo que pueden por seguir juntos. El inicio apasionado, las dudas, la ruptura, el final de la historia (si alguien se sorprende es que nunca ha visto una pelรญcula de estas).
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Pero, claro, entre medias estรกn los chistes salvajes, casi homicidas, como la escena de sexo interrumpida en la casa de la hermana, con el marido como observador involuntario y acojonado por ser descubierto y la hermana que despuรฉs no es capaz de mirar la mesa como antes durante una cena. O la primera noche juntos, cuando suena la banda sonora de Top Gun y resulta que no es la pelรญcula, es el compaรฑero de piso del protagonista (un pieza de mucho cuidado) intentando โparticiparโ de la noche de sexo de su amigo. O la caza de maduritas y los bigotesโฆ (el momento Hitler es arrollador).
Si a eso le sumamos un reparto medido y muy bien conjuntado tendremos un resultado final mรกs que divertido. Justin Long y Drew Barrymore despliegan la quรญmica que tienen en la vida real de un modo sencillo y sin mucho aspaviento, aunque ella estรก mucho mรกs contenida que รฉl. Pero, de nuevo, son los secundarios los que se llevan la palma. Los amigos de Long no tienen precio (ni nadie que los comprase, la verdad), pero es que la hermana de ella (una Christina Applegate a la que nunca habrรญa que perder de vista), tiene momentos demenciales, como cuando explica que sรณlo obtiene placer sexual con frotamientosโฆ y las consecuenciasโฆ
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Asรญ que, la verdad, si tengo que elegir entre ver una comedia convencional y ver esta curiosa mezcla, me quedo con esta pandilla de descerebrados. Son mรกs groseros, pero tambiรฉn mรกs naturales. Quizรก no los favoritos de una madre, pero si les damos una oportunidad nos harรกn reรญr. Si tan sรณlo tuviese algo mรกs de corazรณn y menos fรณrmula en su tramaโฆ Serรญa una buena pelรญcula. De momento es un rato divertido y agradable y una muestra de que algunas cosas sรญ pueden cambiar. Dentro de lo que cabe, es un principio.
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