Estamos en la primera semana del aรฑo y ya tengo una pelรญcula como tรญtulo fijo en mi lista de las diez mejores de 2012: The Yellow Sea.
De cinco estrellas, no digo mรกs. Si no la ven, asuman las consecuencias de haberse perdido una de las mejores propuestas cinematogrรกficas del aรฑo que acabamos de estrenar. Potente propuesta de cine policรญaco coreano de alto octanaje en violencia, acciรณn trepidante y con una calidad de contenidos que para sรญ quisieran muchas muestras occidentales del gรฉnero.
Tal y como viene siendo habitual, el cine coreano nos propone un tratamiento de los gรฉneros que resulta mรกs maduro y solvente que el que nos ofrecen las producciones de Hollywood. Olvรญdense de Tarantino y de lo mรกs trepidante que hayan visto en cine de acciรณn norteamericano en los รบltimos aรฑos. El relevo de Sam Peckimpah y sus contundentes historias de acciรณn con personajes interesantes y situaciones adultas no estรก en Estados Unidos, lo encontramos en Asia, y mรกs concretamente en los รบltimos aรฑos en Corea. The Yellow Sea es un excelente ejemplo de gran cine de acciรณn.
Dividida en cuatro actos o epรญgrafes, The Yellow Sea despliega con enorme habilidad un tapiz de tramas y subtramas que se va tejiendo en torno a un asesinato, una comunidad de desplazados, una frontera y dos formas distintas de entender el cine crimen organizado, la, digamos, mรกs โcivilizadaโ, representada por el seรฑor Kim, y la mรกs โsalvajeโ, o mejor dicho โprimariaโ, que es la que encarna el seรฑor Myun, que deja en paรฑales a todas las representaciones de villanos o antagonistas que haya podido proponernos el cine policรญaco norteamericano en el รบltimo aรฑo. El enfrentamiento final entre ambos recuerda el cuadro Duelo a garrotazos de Goya, y el resto del metraje de la pelรญcula
Magistralmente construida en su ritmo, The Yellow Sea pasa por su prรณlogo de presentaciรณn del personaje central, un taxista hecho polvo por las circunstancias de su vida que recuerda al Travis de Martin Scorsese en Taxi Driver, pero sin voz en off, detalle que aporta un tono mรกs verosรญmil al asunto, complementado con unas imรกgenes de claro tono documental que describen el mundo por el que se mueve el personaje. Luego el relato entra en la parte de cine negro propiamente dicha, con unas escenas de acecho en torno al golpe o crimen que se va a cometer, un ejercicio de cine negro tipo crook story, los criminales como protagonistas, y nosotros viรฉndolo todo desde el punto de vista del protagonista, y posteriormente arranca toda la parte de acciรณn trepidante, con persecuciones ciertamente originales, situaciones que tomando como protagonista el absurdo de la vida dan lugar a un humorย descarnado, negro y cruel (los policรญas deteniendo el autobรบs y el tipo de la pala hacia son buenos ejemplos de ello), que provocan en el espectador una hilaridad culpable. ย Ojo que el absurdo es la clave de todo el relato, la casualidad o el destino enredando sรกdicamente en la vida de los protagonistas desata una oleada de violencia que llena la pantalla de sangre y actos brutales. El absurdo queda ademรกs como รบltimo guiรฑo al espectador en ese segundo final que llega despuรฉs de algunos crรฉditos, y que por supuesto no vamos a desvelar. Simplemente no se levante de la butaca cuando crean que han visto la รบltima escena de la pelรญculaโฆ porque no es la รบltima. Pero no teman: no les van a meter ocho minutos de crรฉditos como en algunas producciones estadounidenses de superhรฉroes. En este caso basta con tres o cuatro minutos de crรฉditos antes de que todo el sentido del sinsentido de la trama quede explicado de manera magistral, y con un final que deja al espectador la libertad de si es real o simplemente un รบltimo eco de los deseos del protagonista, recurso poรฉtico que traerรญa lo fantasmal a quienes prefieran traducir toda esta fรกbula terrible como una construcciรณn tejida desde el punto de vista de la ensoรฑaciรณn romรกntica, y a quienes, como un servidor, prefieren poner los pies en el suelo y ver el lado mรกs nihilista y cรญnico del relato, nos deja pensar que esa imagen es una manifestaciรณn de la realidad y de la inutilidad de la lucha que mantienen los personajes desde el principio, absurdo puro y dura, una broma letal y bastarda. Dicho de otro modo, incluso siendo aficionados a Peckimpah, ese final nos permite elegir entre el Peckimpah mรกs idealista y positivo, tambiรฉn el mรกs romรกntico, que estรก en La balada de Cable Hogue, o el Peckimpah de โsi se mueven, mรกtalosโ, mรกs materialista y descarnado, que estรก Grupo salvaje. De ahรญ la importancia de no levantar el culo de la butaca antes de tiempo.
Esa necesidad de ser pacientes y aprender a esperar estรก presente en el propio relato en la etapa de acecho de la presa que lleva a cabo el protagonista, en la que la tensiรณn se construye de manera sencilla con la introducciรณn de ese calendario en el que se va agotando el tiempo,ย donde (detalle magistral) no hay tiempo, ni ganas, para echarle mรกs que un rรกpido y casual, totalmente desprovisto de interรฉs sexual, a la rubia fรฉmina que posa en cueros vivos sobre las fechas tachadas. Digo que es magistral porque es un mensaje para el propio pรบblico: la necesidad de esperar antes del estallido de acciรณn primero, con la fuga y la persecuciรณn, y de violencia mรกs tarde, cuando la cuarta parte del relato estalla en la pantalla, imponiendo el protagonismo del gran antagonista, el seรฑor Myun. Y lo que llega a la pantalla es un relato de violencia sin armas de fuego, con peleas a cuchillo, con hacha e incluso con un hueso. En esa fase, llama la atenciรณn la habilidad para dosificarse del director, que elige cuidadosamente quรฉ episodios violentos debe mostrar al pรบblico, y quรฉ otros debe hurtar a la mirada del espectador haciendo una elipsis (ejemplo: el enfrentamiento en el sรณtano del seรฑor Myun y los sicarios de Kim, del que vemos sรณlo las consecuencias, consiguiรฉndose asรญ un mejor efecto de impacto en el espectador a la hora de construir las รบltimas partes del relato).
Si pensaron que la pelea a martillazos del protagonista de Old Boy era impresionante, ver repartir leรฑa al seรฑor Myun con un hueso les va a poner los pelos de punta. Pero hay que tener paciencia, superar esa interesantรญsima y notable etapa de acecho que marca la primera parte del relato como una construcciรณn de intriga repleta de tensiรณn.
Miguel Juan Payรกn
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