Comedia futbolística francesa con un muy buen reparto protagonista. Nunca he entendido por qué el deporte más seguido en todo el mundo, a la hora de ser llevado al cine no termina de hacerlo con toda la grandeza de otros deportes. Pocas películas terminan por destacar, quizá porque Hollywood no ha terminado de hincarle el diente ni entender el fútbol. Y por mucho que el frikismo me haga disfrutar con Evasión o Victoria, las mejores películas del deporte rey terminan siendo comedias, que a veces tocan el tema tangencialmente. Como la brillante Días de Fútbol o la olvidada pero genial Los Económicamente Débiles, siempre tan maltratada por muchos. Un Gran Equipo se suma a este estilo pero a la francesa. No alcanza el nivel de lo visto en España, pero te ríes. Y bastante la verdad.
Un futbolista retirado que terminó cayendo en desgracia, es despedido como comentarista de televisión y para poder seguir viendo a su hija, debe aceptar entrenar a un pequeño equipo bretón. Si quiere salvarlo todo, al equipo, a la isla y la custodia de su hija, deberá recurrir a sus antiguos compañeros para que se sumen al equipo y le hagan pasar rondas en la copa de Francia, ganar dinero y que no cierre el club, la empresa que lo patrocina y salvar así los trabajos de los pescadores de la isla. Vamos, una excusa como cualquier otra para encadenar chistes en torno al mundo del fútbol con un grupo de futbolistas a cada cual más peculiar. Desde el drogadicto acostumbrado a las fiestas y las prostitutas al que tiene problemas de corazón, el que está en la cárcel, el que quiere ser actor o el que tiene un trauma y le dan ataques de pánico.
José García, actor francés de ascendencia española al que hemos visto en nuestro cine con pelis como GAL o El 7º Día, es quien lleva el peso de la trama como el entrenador del equipo, y a él se suman Omar Sy, Franck Dubosc, Gad Elmaleh, Joey Starr o Ramzy, actores más que populares en la comedia y de probada solvencia, auténtico motor de la misma. Ellos son los que hacen funcionar los chistes, que funcionan más que bien (lo del Atleti y el penalti a lo Panenka es perfecto para España, o lo de los bretones expertos en bebida, o los partidos de fútbol…), que consiguen hacernos reír sin complejos. Sin complicaciones. E imagino que eso es lo que venimos a buscar cuando vamos al cine a ver Un Gran Equipo.
Sí, la historia es previsible e importa más bien poquito. Hay personajes que están muy descompensados e interesan mucho menos que otros (como el de Omar Sy y sus problemas, comparado con Franck Dubosc o Joey Starr en plan camorrista), y la historia dramática de José García está cogida por los pelos, no se desarrolla y no funciona del todo. Pero el humor, el humor sí lo hace. La película divierte y hace reír. Y en una comedia, para mí eso es más que suficiente. Sobre todo si lo hace en torno al fútbol que, como en la película, acaba uniendo por encima del deporte.
Jesús Usero
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