El cubil de Usero
Mi nombre es Jesús Usero y nací en Madrid una primavera de hace 29 años. Mi pasión por el séptimo arte comenzó cuando con tres añitos mis padres cometieron el “error” de llevarme a un cine por primera vez. Claro, que también soy de la llamada “generación de Naranjito”, esa que se crió en torno a una televisión. La que las tardes de los fines de semana veía El Equipo A, el Coche Fantástico, V y McGyver. La que aprendió a ver tele de noche, ante los azules de Hill Street. Aprendimos derecho con la Ley de los Ángeles y medicina con Un Médico Precoz en nuestra infancia. Descubrimos conspiraciones del gobierno con Expediente X, cómo viven los pijos con Sensación de Vivir y Melrose Place, pasamos miedo averiguando quién mató a Laura Palmer y cazamos vampiros con los primeros años de Buffy. También sabíamos cuándo colocar una inyección de epinefrina con Urgencias, y los más estudiosos nos quedábamos en las madrugadas despiertos para aprender cómo se gobernaba el mundo desde El Ala Oeste, o los idílicos paisajes yankees tras vallas blancas en Picket Fences… Un día descubrí que los guiones de televisión muchas veces me dan más alegrías que los guiones de cine, por suerte o por desgracia, y decidí que tenía que ver cuanto fuese posible de ambas para comparar. Soy un enamorado del cine clásico y la televisión moderna.
Estudié ciencias políticas un tiempo, pero mi vocación era claramente otra, así que en un giro de guión que me sorprendió hasta a mí mismo, acabé estudiando Producción de Audiovisuales, Radio y Espectáculos. Será cosa de que la cabra siempre tira al monte… empecé haciendo críticas de cine para Cadena SER Guadalajara y más tarde entré en la difunta YES Magazine, antes de aterrizar en la revista Acción en marzo de 2005, justo después de colaborar en el libro “El Quijote en el Cine”. Así que llevo ya casi cinco años en Acción hablando de series de televisión y muchas otras cosas. En este blog vamos a hablar sobre todo de televisión, pero también de otras cosas que,dentro del mundillo nos agraden o diviertan. Pasen y disfruten. Aquí no hay que pagar entrada.