Legend. Curiosa en la parte de relato criminal, floja y tรณpica en la parte romรกntica que ejerce de lastre.
El doblete de Tom Hardy como Ronald y Reggie Kray, los temibles gansters de Londres, que se hicieron con el reinado criminal en la ciudad britรกnica en los aรฑos sesenta era una de las citas esperadas del aรฑo y lo cierto es que por ese lado, Legend no me ha defraudado. Hardy me ha convencido. Y en general la parte de relato criminal de la pelรญcula me parece entretenida, aunque esperaba algo mรกs del guionista de L.A. Confidential y Mystic River que un mero ejercicio de correcto pero poco arriesgado mimetismo de las claves del cine de Scorsese sobre mafia, especialmente de Uno de los nuestros, con la que comparte la voz en off de personaje narrador y otros muchos elementos narrativos y planteamientos visuales. No obstante la he notado algo parca en recursos cinematogrรกficos propiamente dichos, y mรกs proclive a expresarse en planificaciรณn y ritmo como si se tratara de un producto televisivo, en plan miniserie, algo que tambiรฉn puede aplicarse a su ritmo.
En lo que se refiere al ritmo, opino que el principal problema es que quiere servir a dos amos. A la trama criminal propiamente dicha le encaja una trama sentimental que queda marcada incluso por la voz de narradora de la protagonista femenina del asunto, Emily Browning. Y siempre es malo servir a dos amos. El problema es que o es una trama criminal o es una trama sentimental, y aquรญ el equilibrio entre ambas es defectuoso. Para comparar propongo dos ejemplos que seguramente el lector conoce y que le ayudarรกn a entender a quรฉ me refiero. En Uno de los nuestros de Scorsese, hay una subtrama sentimental, pero es subtrama, estรก dosificada para no ponerse por delante de la trama criminal. Ocurre lo mismo incluso en un guiรณn del propio guionista y director de Legend, L.A. Confidential, donde supo introducir dosificada una subtrama sentimental ejemplar entre Kim Basinger y Russell Crowe. El problema es que en Legend, Helgeland no se aclara y oscila entre darle todo el protagonismo argumental a la trama sentimental, en detrimento de la criminal, o viceversa, y esa indefiniciรณn es letal para el ritmo de la pelรญcula. Ademรกs todo lo que afecta a la trama sentimental es flojo, plano y tรณpico. Asรญ que primero hay un problema de dosificaciรณn de lo sentimental dentro de lo criminal (si querรญa hacer una pelรญcula desde el punto de vista, perfecto, pero entonces lo criminal debe ser subtrama, no ocupar el protagonismo alternativamente en la narraciรณn), y luego ademรกs el dรบo Browning-Hardy tiene mala quรญmica y estรกn atrapados en una sucesiรณn de momentos tรณpicos, sin relieve, previsibles. Ese Hardy-Romeo con pintas de Brando no me convence nada ni su peripecia sentimental con la Browning me interesa lo mรกs mรญnimo. La cosa se arreglarรญa en montaje aligerando el metraje a base de reducir tanto rollete romรกntico que no encaja ni con cola en el resto. La larga escena romรกntica del caramelo que sirve de pรณrtico a la peripecia de la trama es letal para lo que viene despuรฉs.
Miguel Juan Payรกn
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